El 7º Sentido y la Risoterapia

Si seguimos la estela de los cinco sentidos, vista, oido, olfato,  gusto y tacto, podríamos preguntarnos cuál sería el siguiente. Algunas fuentes establecen que el sexto sentido es la intuición o la premonición. Esta definición no es concluyente, es solamente una hipótesis y puestos a divagar sugiero que el “7º Sentido” sea el sentido del humor. Podemos vivir sin uno de los sentidos básico,  sin saborear, sin ver, sin oler y sin tocar, podemos también vivir sin usar el beneficio del sentido del humor pero, evidentemente sin este sentido no llegaríamos a vivir una vida que valga la pena ser vivida.

El verdadero Sentido del Humor se apoya en cuatro peldaños que lo fundamentan:

El pensamiento y actitud positiva

La creatividad y la imaginación

El humor

La risa

 El desarrollo de estos cuatro peldaños instala en las conexiones neurológicas del individuo una potente herramienta de supervivencia, pues le confiere estabilidad mental y emocional para afrontar los innúmeros desafíos de la vida moderna con claridad, ánimo y discernimiento.

Hablando del cuarto ítem, la Risoterapia se ha convertido en una de las terapias curativas más importantes en la actualidad. Es una técnica que nos aporta una serie de beneficios a tener en cuenta, reconocidos por médicos y expertos.

Según estos expertos de la salud, la práctica regular de la risa es uno de los mejores tratamientos contra la depresión y la angustia y además, reirse entre 5 o 6 minutos continuos, puede encarnar el papel de analgésico.

Aunque parezca increíble, cuando nos reímos o carcajeamos estamos haciendo ejercicio. Con la risa y la carcajada ponemos en funcionamiento unos 400 músculos de nuestro cuerpo. Riéndonos  ayudamos en gran medida  a nuestro organismo a expulsar las tensiones acumuladas,  por ejemplo en la espalda,  pues nuestra columna vertebral y nuestras cervicales se estiran.

A su vez, sólo con la risa somos capaces de estimular el bazo y eliminar toxinas, sin olvidar que facilitamos nuestra digestión y reducimos los ácidos grasos, debido a que nuestro diafragma se mueve produciendo un masaje interno. Cuando lloramos de risa, se favorece la lubricación y limpieza de nuestros ojos. La piel se oxigena con mayor facilidad como consecuencia de la entrada de aire en los pulmones por partida doble. De esta forma, también se  mejora la respiración y la oxigenación del cerebro  produciéndose  endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad.

Os animamos a tomar los problemas con Sentido de Humor y a que empleéis la risa para combatirlos.

Salud y risas

Rafeek Albertoni

Coach ilusionista

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