
18 Oct No es lo mismo ser un iluso que estar ilusionado
Una persona verdaderamente ilusionada practica el optimismo emocionalmente inteligente, ósea construye un estado de ánimo positivo e ilusionante despues de tomar contacto con la realidad por más dura y cruda que sea.
La fuente de las lágrimas, ya sean de risa o tristeza, es la misma y si reprimimos unas, estaremos reprimiendo también las otras.
Así que antes de nada es de vital importancia no temer al contacto con las emociones “negativas” pues permitiendo que estas se expresen viviremos el proceso de duelo y construiremos la actitud positiva desde un marco real.
Hay quien profesa qué, de optimismo también se muere y lleva razón, en el caso de que este optimismo no esté fundamentado en el valor de admitir y procesar el peso de la realidad.
Partiendo de ahí, es conveniente darse cuenta de que “Un sueño no se torna realidad por el hecho de soñarlo, si no por realizarlo”.
El “iluso” se queda sentado mentalizando y proyectando las practicas aprendidas en el último libro de auto-ayuda, mientras que el “ilusionado” asume la responsabilidad de su fracaso, aprende con él, abandona su zona de confort y hace lo que tiene que hacer para realizar sus objetivos con alegría, incluso cuando son tareas que no le gustan.
La recompensa del “iluso” esta en el futuro, en la hipotética cosecha, mientras que la del “ilusionado” esta en el placer de plantar.
Así que elige lo que quieres recolectar en un futuro próximo y manos a la obra.
¡A plantar con alegría que la vida son dos días y uno, nublado!
Rafeek Albertoni
Coach ilusionista
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