Prohibir los malos humos

Una vez que se ha prohibido fumar en casi todos los rincones del planeta me pregunto porque no prohíben también los “malos humos” originados por el mal humor, considerando que este puede causar tanto daño  para la salud como el humo del tabaco.

De la misma manera como el tabaco perjudica la salud, primero al emisor y luego a los receptores que están alrededor, el mal humor o la falta de amabilidad sigue el mismo patrón con el agravante de que sus efectos nocivos pueden durar horas, incluso días.

El tabaco afecta al pulmón y una respuesta  grosera o un trato agresivo perjudican  el estomago, oprimen el pecho y contraen el corazón. Consecuentemente los “malos humos” pueden causar daños cardiacos al emisor y al entorno, engendrando  otras enfermedades.

Puestos a divagar, podríamos imaginar supuestas cajetillas de mal humor con las siguientes inscripciones:

«La mala educación produce cáncer»

«No tratar cordialmente es perjudicial para la salud»

«El mal rollo pueda matar»

 De igual forma que la seguridad social  suministra tratamientos anti tabaco no sería mala idea que suministraran tratamientos anti malhumor, malas caras y pucheros.

Y nuevamente,  puestos a fantasear, contaríamos con médicos, enfermeros y auxiliares instruidos adecuadamente en las habilidades del Sentido del Humor,  del Clown y de la Riso-terapia. De esta manera estarían prestando un inestimable servicio para la salud de los contribuyentes y de ellos mismos, que falta les hace.

Rafeek Albertoni.

Experto en el “Séptimo Sentido…el Sentido del Humor”

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